Decidí mantener estas conversaciones con ella de forma sutil (para que no se diera del todo cuenta) ya que percibí que en alguna ocasión se infravaloraba. Lo pasamos bien como siempre y de momento, parece que funciona.
Asimismo, mantuve contacto personal con la familia de la niña. Parecen seguir estando muy contentos con el trabajo realizado. La niña también puesto que siempre cada semana me pregunta sobre el día en que nos vamos a ver.
La educadora social del centro cívico se puso en contacto conmigo el otro día para comunicarme que estaba realizando un buen trabajo y que la familia estaba contenta conmigo, por tanto, mis impresiones eran ciertas.
La última vez que quedamos fui a buscarla a Font con mi coche y nos desplazamos a un pueblo a las afueras de Gerona ya que quería cambiar de aires y las últimas quedadas habían sido en el barrio. Durante el camino nos lo pasamos muy bien compartiendo risas. Ella buscó en mi coche un CD de flamenco y fuimos la mayoría del tiempo cantando canciones que nos gustaban a ambas. Una vez llegamos al pueblo, fuimos a dar una vuelta por el mismo y nos sentamos en una terraza a tomar un refresco. Seguidamente, estuvimos mirando tiendas de ropa, souvenirs y pasando una tarde lo más amena posible.
Tatiana me pidió si le podía arreglar su teléfono móvil (si lo podía llevar a una tienda de mi pueblo de reparación técnica) y le dije que sí. Al cabo de una semana le llevé el teléfono arreglado para podernos comunicar mejor y ella me lo agradeció mucho.
Mañana hemos quedado a las 17.00h en la puerta de su instituto para vernos.
Aquí expongo una fotografía de Tatiana del último día que nos vimos.
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